top of page

Celebrar la Paternidad


En este mes que celebramos a los padres, te invito a reflexionar desde una mirada diferente sobre la paternidad que se ha transformado a través de los años en la medida en que el rol de la mujer también evoluciona y las demandas sociales cambian. De alguna forma, nos hemos despedido de la figura del padre autoritario que solo llega a casa a cenar y se va integrando el concepto de una paternidad más participativa donde no se limita al rol de proveedor o se busca la “ayuda”, sino que, se entregan responsabilidades igualitarias sobre la crianza de los hijos.

El papel de los padres en la crianza de los hijos es tan importante como el de la madre, y poco a poco vamos dándonos cuenta de lo significativa que llega a ser la presencia de esta energía masculina en la formación integral de los hijos. El hombre que acompaña sus hijos en la crianza fomenta la seguridad, la confianza, y construye la autoestima, buscando un equilibrio entre el autoritarismo y la benevolencia, hacia un espacio de educación y acompañamiento consciente.

La paternidad hoy nos invita a mirarnos más de cerca para reevaluar los patrones con los que fuimos educados y encontrar formas más humanas para educar a nuestros hijos, en un mundo de constante cambio, esto se presenta como un reto, sobre todo cuando el paradigma de la masculinidad también se transforma constantemente y nos vamos saliendo de las ideas del macho machote, y el padre impositivo hacia el padre mas humano. Nos incita a despedirnos de las ideas fijas de lo que es ser hombre, es decir de los paradigmas culturales que se han instaurado por años tales como que los niños (hombres) no lloran, son fuertes, mujeriegos, dando paso a la educación en la inteligencia emocional y viendo a cada uno como un ser individual libre de ser y sentir lo que le es propio. También llama a sanar el hombre herido dentro de cada adulto, la masculinidad marcada por la violencia y las exigencias sociales que no solo han generado daño en la mujer sino también en el hombre mismo.

Hoy, en muchos hogares ya el hombre no es el único proveedor o proveedor principal, lo que lo llama a un mayor equilibrio y participación en las labores del hogar y la crianza de los hijos. Y esto es relativamente nuevo, hasta hace poco estábamos acostumbrados a la figura del padre autoritario, trabajador que llegaba a casa y con quien se amenazaba a los hijos: “cuando llegue tu papá le voy a decir”, decían las madres, desprovistas de su propia autoridad y convirtiendo al padre en esta figura temerosa. Ahora, esta división de roles, antes clara y marcada por las funciones económicas, se viene desdibujando y deja un poco desprovistos a los hombres de su rol tradicional para invitarlos a un rol participativo.

La madre es esa figura amorosa, contenedora que provee al niño del alimento afectivo desde su feminidad, mientras que el padre es la fuerza y el impulso de la vida. Por su parte el padre, en su masculino enseña a los hijos a tomar el mundo, a socializar, los apoya y los soporta, los sube sobre sus hombros, educa en una ternura fuerte que soporta la construcción de una buena autoestima. El niño aprende a ser independiente, a través de su padre, ayuda a separarlo de las faldas de la madre, reclamándola como mujer e impulsando al niño(a) a ser autónomo.

Que gran respeto debemos tener por los padres, los que cumplen su tarea más allá de la de ser progenitores y proveedores, los que se toman este espacio para educar y acompañar desde una crianza respetuosa, lejos de la tiranía antes existente, y qué grandes las mujeres que permiten a los padres hacer su labor de padres.

Ya no funciona en la actualidad esta figura de crianza tiránica caracterizada por el: “porque yo lo digo”, por los golpes o las amenazas. No sólo porque la ley prohíbe algunas, sino también porque vamos siendo mas conscientes de que realmente educar desde el miedo no es realmente educar sino, perpetuar patrones de dolor que llevan a conductas indeseadas en la adolescencia y la adultez.

El padre es padre, independientemente de que la pareja siga estando junta, a veces solo hay la vida para agradecerle o la economía por que no han tenido más para darle a sus hijos, y queda en la mujer esta carga de educar, mujeres que son madre y padre a la vez sin tener mucha opción de elegir diferente, hogares en los que es inevitable que exista una ausencia tácita de este masculino, aunque existe la opción de que puedan participar en la crianza modelos masculinos como abuelos o tíos, también una nueva pareja y a través de ellos los hijos aprenden de esta energía. Celebramos a las madres, que por cuestiones de la vida les toca asumir este rol de sacar al mundo a sus hijos muy a pesar de su instinto maternal y a aquellos hombres que de alguna forma apoyan la crianza de los niños cuyos padres están ausentes, también celebramos al padre por el que ha sido posible la vida de los hijos, aunque sea lo único en lo que hayan participado.

Las mujeres tenemos tanta fuerza en el hogar que también abrimos las puertas a la presencia de esta paternidad consciente, primero al permitir esta unión padre – hijos, y segundo educando a los niños que el día de mañana serán padres. Olvidándonos de que la pareja es un hijo más y de que el hijo es nuestro confidente o nuestro hombre. Dando la importancia y el espacio para que el padre sea padre, y el niño sea niño, a la vez, saliéndonos de puntos de vista machistas creyendo que el hombre es menos importante en la crianza, propiciando los espacios de unión y procurando una buena relación independientemente de que el padre conviva o no con los hijos y la madre.

Vemos esta evolución en la función paterna en países europeos y escandinavos que otorgan las licencias de paternidad de tiempo prolongado para promover el establecimiento del vínculo paterno desde la infancia temprana, propiciando que el padre se haga responsable desde el inicio de su papel como padre y promoviendo los espacios para que esto suceda. Y es que todos somos hijos y sabemos que la presencia del padre y la madre son diferentes, el abrazo es otro y el vínculo que se genera es simplemente diferente. Cuando existe la oportunidad de crecer con la presencia tanto del padre como de la madre, unidos (independientemente de que vivan juntos) en un vínculo sano, la salud emocional del niño y por lo tanto del adulto cuenta con ventaja increíble para la vida, en el establecimiento de las relaciones afectivas y laborales, en la seguridad y en la posibilidad que tiene el individuo para actuar desde el estar completo y no desde la carencia.

No siempre es posible tener a los dos padres presentes, y cuando falta el padre, igual es posible transmitir a los hijos las bondades de él como hombre, respetar al hombre que nos ha hecho madres, también es respetar al hijo producto de la unión.

Desde el punto de vista de las constelaciones familiares, y la biodescodificación la ausencia del padre o el respeto por el mismo, puede derivar en diferentes síntomas de vida como la falta de dinero, de trabajo o de ganas de tomar la vida, de socializar o de construir. Mientras que los padres violentos, abusadores y peligrosos, inevitablemente llevaran a que las mujeres de la familia sean grandes matriarcas para proteger al linaje despojando al hombre de cualquier autoridad y muchas veces en el linaje esto se verá reflejado en las mujeres que usan a los hombres, las madres solteras, o los hombres mujeriegos que no se comprometen con nadie, también los débiles o pusilánimes que antes de asumir su masculino sano preferirían no hacer mucho para no repetir patrones de violencia.

Así, la función del padre sano no solo depende del hombre, sino de las mujeres, en la forma en que educamos, y en abrirle la puerta al hombre para que cumpla su función paterna, respetando que ésta de alguna forma también viene marcada por los patrones crianza anteriores que poco a poco van transmutando, evitando los extremos de fuerza y permisividad.

Feliz día a los padres valientes que a su manera cumplen esta función de acompañar a sus hijos desde una crianza respetuosa, y a aquellos que han hecho posible la vida.


9 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
Publicar: Blog2_Post
bottom of page